“Vivir un sueño, eso es magia”

Txema Muñoz, mago.

23 años. De Barcelona. Ilusionista. Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas. Los últimos 2 años ha preparado al detalle los 8 minutos de duración de su propio número de magia, Waiting for Juliette. Está empezando a cosechar sus primeros éxitos al conseguir este otoño el 1r premio del Nacional de Portugal y el 3º en el de Italia. Frase: “Sin convicción no hay ilusión” – Juan Tamariz.

Magia real

Comparto con Txema que “todo el mundo tiene magia”. Y es que la magia de cada uno reside en la capacidad de hacer real todo aquello que imagina. Txema soñó con ser ilusionista el día de su primera comunión, cuando sus padres contrataron a un mago para amenizar la fiesta. Desde entonces, no se ha frenado ante nada. Para ello, no ha necesitado ninguna varita mágica sino simplemente conservar la fe en sí mismo, en su trabajo y esfuerzo. Además, como buen mago, ha sabido mirar un poco más allá de lo que nos muestran, una realidad trucada. Después de cumplir en la universidad, ahora ya puede dedicarse plenamente a su pasión, es decir, a vivir jugando con el ánimo de “hacer feliz a la gente”. Envidia sana, muy sana.

La magia es una manera de vivir jugando con las ilusiones.

¿Habilidad o súper poderes?

Los magos sabemos hacer cosas que la gente normal no sabe hacer. Obviamente, detrás de cada número hay una técnica pero la magia ocurre de verdad cuando aquello que ve no tiene explicación.

Vamos, que todo tiene truco…

No me gusta hablar de trucos, las cosas trucadas tienen engaño. El público sabe que estás jugando con ellos y deja que lo hagas. Prefiero hablar de secretos o ilusiones.

Me recuerda a los Reyes Magos.

Exacto, lo que viven los niños es una ilusión. Podríamos decir que los magos tratamos de ser los Reyes Magos de los adultos. Mi reto siempre pasa por hacer emocionar a la gente.

Eso va más allá de entretener al público.

Entretenimiento es jugar a bolos, emocionarse es indescriptible, cada uno lo siente a su manera. Viene a ser algo que te hace vibrar por dentro o que te pone la piel de gallina. O que al verlo dices: “es increíble”.

¿Cualquier ‘truco’ de magia sirve?

El juego o el secreto muchas veces es lo de menos, no es el qué sino el cómo. Lo importante no es que haga desaparecer una carta, sino cómo la hago desaparecer. No hay juego malo, sino mal presentado.

¿Cuánto más show haya mejor?

La mejor magia es la más simple. He visto aparecer un Ferrari volando en el escenario pero eso es mucho más fácil que coger una moneda y hacerla desaparecer…

No sé yo…

Mire, en el primer número estará sentado en una butaca enfocada en una dirección concreta, habrá una iluminación especial, unos altavoces especiales, un telón especial, un maquillaje, un vestuario… todo controlado por el mago para que de repente haga un chasquido y aparezca volando subido en un coche como en la película de Regreso al futuro

¡Impresionante!

¡Sí! Pero ese número vale mucho dinero. En el otro juego, habiendo sólo cuatro monedas y un tapete el mago las hará desaparecer y no quedará menos impresionado. En la sencillez está la elegancia.

Todo un arte, veo.

Sin duda. Hay cosas que no se pueden comprar. El porte, el trato con el público, la manera de sonreír, de agachar la cabeza al saludar, de mirar… eso ya forma parte de uno mismo, de lo que lleva dentro. Es un arte muy personal y autodidacta.

¿Cómo lo ha aprendido?

Leyendo muchos libros y viendo mucha magia en espectáculos, festivales y conferencias. Pero sobre todo, he aprendido a base de pifiarla muchas veces.

Así pues, cada maestrillo acaba teniendo su librillo.

Cada uno tiene su método y su modo de presentar, y hay que saberlos combinar. Por eso, lo que a un mago le funciona no tiene por qué funcionarle a otro. A mí lo que más me gusta es hacer magia contando una historia.

Busca la complicidad del público.

Siempre. Quiero que la gente pueda sentir lo que yo siento. ¿Quiere que le cuente lo que le digo al público al acabar los espectáculos?

Por favor.

“Hay algo que me encanta hacer aparte de la magia, y es poder mirar al mar, poder ver algo muy grande y muy bonito, que al mismo tiempo impone mucho respeto. En el mar nunca sabes muy bien con lo que te vas a encontrar. Para mí, así es el público. Lo importante de un espectáculo de magia no está en la manipulación, en el vestuario o en la música… sino que está en vosotros, en cada una de las personas que formáis parte del público. Sin vosotros no habría magia”.

Me ha emocionado.

Como le decía antes, en esta vida, todo lo que sea emocional es magia. Por eso, mi lema es: “vivir un sueño, eso es magia”.

Cuéntenos el suyo.

Llenar el Palau Sant Jordi para poder llegar a mucha gente al mismo tiempo y hacerla emocionar. Aún no estoy preparado, pero esa es mi meta final.

 

 

P.D: Si quieres tener un recuerdo de esta entrevista en forma de camiseta con la frase “Sin convicción no hay ilusión”, click aquí.
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