Ousman Umar, alimentando mentes.
Nació en Ghana en 1988. Vive en Barcelona desde los 17 años, cuando llegó a España en patera, después de una travesía de cuatro años desde que decidió salir de su país en busca del “paraíso”. Era analfabeto pero decidió estudiar mientras trabajaba en una tienda reparando bicicletas, oficio que aprendió en su infancia. Consiguió una beca en ESADE para perfeccionar sus estudios universitarios de Marketing y Relaciones Públicas. Habla 9 idiomas: wala, hausa, asante, gonja, twi, árabe, inglés, español y catalán. Dirige NASCO Feeding Minds, oenegé que fundó en 2010, formando digitalmente a jóvenes en Ghana para que no tengan que arriesgar su vida emigrando en busca de oportunidades. Conferenciante y autor de “El país de los blancos” y presenta esta misma semana “Desde el país de los blancos”, dónde relata su odisea y causa. Redes: Twitter: @ousmanumar Instagram: @ousmanumar Facebook: @ousmanumar Frase: “Personas pequeñas en lugares pequeños, haciendo cosas muy pequeñas, éstos son realmente los que van a cambiar el mundo” – Eduardo Galeano

Tu casa, tu paraíso
Conocer a Ousman no te deja indiferente. Escuchar cómo sobrevivió al desierto, al mar, a las mafias y a la calle te deja la piel de gallina. Pero seguir escuchando cómo desde entonces lucha para evitar que este peligroso periplo siga captando a jóvenes africanos te deja sin palabras. Me afirma que la inmigración es tan antigua como la capacidad de habla del ser humano; siempre nos hemos movido de un lado a otro. Y eso no lo va a evitar nadie. Lo que sí podemos cambiar es la forma en que se emplea la ayuda humanitaria: “en vez de enviar alimentos, hemos de alimentar sus mentes”. Y así conseguiremos saciar su curiosidad, preservar su idiosincrasia y brindarles oportunidades en su casa, su auténtico paraíso. Esta es la misión de Ousman a través de NASCO, labor a la que se encomienda en cuerpo y alma. Y poco a poco va consiguiendo resultados que aquí puedes ver. Recientemente ha sido reconocido por FORBES como una de las 100 Otras Fortunas de España, no por la fortuna que acumula, sino por la fortuna que procura. Chapeau. Seguramente durmiendo bajo la arena del Sáhara fuese una de las personas más anónimas del mundo. Ahora me alegro que cada vez sea más alabado, tanto su persona como la causa que lidera. Realmente es extraordinario no cesar en seguir contando su epopeya para conseguir concienciar a cada vez más gente aquí e influir en más jóvenes allí.
Necesito contar esta historia hasta que no haya más historias como ésta que contar…
He leído tu libro. Estremece…
Y hay cosas que no se pueden plasmar sobre papel, son indescriptibles…
La verdad es que es un milagro que sobrevivieras.
¡Me siento el hombre más afortunado del mundo! Lo digo literalmente, porque el derecho a la vida no tiene precio.
¿Has vuelto a confiar en el ser humano?
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