Anoniman, el hombre anónimo que cuelga carteles motivadores en la autopista.
Varón. De Tenerife, Islas Canarias, España. Tiene una hija. Y un gato negro. Estos son los únicos datos personales que he podido descifrar. Me puse en contacto con él vía mail y muy amablemente me contestó que redactara la entrevista en base a dos videos que tiene publicados en la red. Os los adjunto para que veáis que es un personaje real y a la vez podáis conocerlo un poco mejor: Anoniman y No eres inmortal, experimenta!: Anoniman at TEDxCanarias 2012. Blog donde podéis ver las fotos de todos los carteles: Frases Anónimas. Facebook: El cartel de la autopista del norte, km. 32. Frase: “Ves cosas y dices ¿por qué? Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, ¿por qué no?” – George Bernard Shaw.
Montaña mágica
En el km. 32 de la Autopista del Norte de Tenerife hay una montaña que habla, que se dirige a los más de 40.000 conductores que circulan por ahí cada día. No es una valla publicitaria ni una señal de tráfico, es un cartel con frases que van cambiando tales como “Eres víctima, o luchas?”, “Hoy haz un favor” o “Me encanta cuando sonríes”. Anoniman, así se hace llamar, es la persona anónima que está detrás de esta iniciativa que perdura desde marzo de 2009. ¿Por qué lo hace? Porque está “sediento por compartir la experiencia que es vivir” y tiene la “necesidad de provocar emociones en otras personas”. ¿Para qué lo hace? Para que al verlo “echemos el freno y pensemos en lo que realmente importa en la vida”. Gracias por tu optimismo y por dejármelo compartir aquí, eres el extraordinario más anónimo que he conocido Anoniman.
¿Cómo se te ocurrió todo esto?
No sé, a veces no sabes cómo vienen las cosas. De repente, un día yendo por la autopista pensé: ¡cómo molaría escribir algo ahí en la montaña a lo bestia para que lo flipara la peña!
¡Soñar es gratis!
Sí, bueno, entonces llega un momento en que lo consideras de verdad y dices: “venga va, vamos a divertirnos”. Se lo comenté a la propietaria del terreno y le encantó la idea. Enseguida se convirtió en mi cómplice.
¿Cómo lo materializaste?
Lo primero, el formato del mensaje era muy importante. No debía parecer un soporte publicitario sino algo nuevo, fresco, con una tipografía clara y un sistema para cambiar las frases más o menos práctico. Fabriqué una estructura metálica invisible de 20 metros de largo y recorté todas las letras de dos abecedarios en aluminio. A partir de ahí, tocaba pasar a la acción. Desde entonces, cada semana, en lo más oscuro de la noche, subo a la ladera con un destornillador y cambio las letras del cartel.
¿Por qué no quieres que te vea nadie?
Siempre me ha llamado la atención que muchas de las cosas más inteligentes que he leído en mi vida no han tenido un ego detrás, eran anónimas y eso les dotaba de una magia especial, de alguna manera las hacía como más verdaderas. Cuando no hay un quién concreto, la idea pertenece al colectivo; Anoniman puede ser cualquiera de vosotros.
¡Anónimos al poder!
Cuantas más personas sonrían, más mundo estará contagiado. Así que todo lo que se te ocurra hacer, por pequeño que sea, que contribuya a que las personas de tu alrededor se sientan bien, tienes que hacerlo. Y si encima te encanta la idea, ¿a qué estás esperando?
¿Convirtámonos en granito de arena, no?
He ahí el kit de la cuestión: apostar por las ideas y llevarlas a la práctica. Anónimos o no, se pueden hacer muchas cosas por amor al arte.
Eso es lo que estimulas con tus frases…
Las frases que lanzo son abiertas para que cada persona pueda completarlas según su propia vida. Son ideas que intentan propagar optimismo para colocarnos en el lado positivo de la vida, mensajes que invitan a soñar y a sonreír, y que provocan comunicación, reflexión, vida…
¡Seguro que alegras el día a muchos conductores!
La verdad es que a través del blog, donde también cuelgo las frases, percibo el poder de convocatoria y de generar comunicación que originan los carteles. Recibo cientos de comentarios que, a pesar de no contestar porque tendría que vivir delante de la pantalla, me emociono al leerlos, y me alegran, y me estremecen, y hacen que se me pongan los pelos de punta, y todo, todo, todo…
¡Qué bonito, qué bonito!
¡Sí! ¡Qué bueno compartir tanta vida! Aunque para bonito, te cuento toda una historia de amor que se desató en la ladera.
Por favor.
Un día vino por casa un amiguete que hacía mucho que no veía y me explicó que estaba hecho polvo, le acababa de dejar la novia. Me dijo si podía escribir en la montaña, aunque fuese sólo un día, la frase “H13”, que era la habitación donde se habían conocido. Como sabía que ella pasaba por allí cada día creía que, si lo leía, todavía quedaba alguna esperanza… Le dije “no se hable más” y me compinché con él para poner el cartel el día que me dijo.
¡Celestino!
Puse “H13. Un poema para dos”. Quedé expectante. Pasó un día y nada, dos días y nada, y el tercer día recibí un sms diciendo: “Gracias tío por ayudarme. La vi. Pero no hay nada que hacer, está todo perdido”.
¡Ostras!
Llegué a creer que aquello podía funcionar, pero no fue así, pecamos de ilusos…
¡Nunca hay que rendirse!
El caso es que tres meses después me llegó un email diciendo: “Yo soy la chica H13. Te escribo porque estoy muy arrepentida de haberle dejado ir. He pensado que si utilizo sus mismas armas, a lo mejor podría recuperarlo…”.
Jajajajaja….
Y me dijo que pusiera una frase con la expresión “rey de corazones” que es como ella le llama. Me compinché con ella y lo puse una mañana sin decirle nada a mi amigo, por supuesto.
¿Y, y, y?
A las dos horas y media me llegó un mensaje de él al móvil que decía: “El rey de corazones soy yooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo”.
¡Increíble!
Como diría Jodorowsky se produjo un “acto psicomágico” ya que para comprender es necesario experimentar y para experimentar hay que actuar.
Si no actúas como piensas, terminas pensando como actúas.
Por eso hago caso de las frases que escribo y entro en acción. Vuelvo a decirlo: ¡entro en acción, entrar en acción!
¡Tomo nota Anoniman!
P.D: Si quieres tener un recuerdo de esta entrevista en forma de camiseta con la frase «Si se te ha ocurrido algo, hazlo» o “Ves cosas y dices ¿por qué? Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, ¿por qué no?”, click aquí.
gracias AAEE y anoniman… esta entrevista es un soplo de positivismo
🙂
😉