Andreu Enrich. Autor de El aprendiz de la felicidad.
29 años. De Terrassa. Estudió Empresariales y el año que viene hará un máster en Filosofía en el extranjero. Regenta un negocio de restauración y otro de diseño de material deportivo. El hockey hierba es su gran pasión, juega desde pequeño y formó parte de la Selección nacional absoluta. Además, desde hace seis años lleva a cabo junto con su amigo Santi Freixa el proyecto solidario Stick for India en escuelas del distrito de Amantapur. Frase: “Be water my friend” – Bruce Lee.
¡Feliz Sant Jordi!
El aprendiz de la felicidad es un fantástico libro que seguramente no encuentres en la sección de los más vendidos. De la misma manera, su autor es tan anónimo como extraordinario. Tan joven como sabio. Tan inquieto como reflexivo. Tan bueno como rebelde. Me confiesa que sus inquietudes, compartidas en el libro con trece reconocidos personajes, le han llevado a ser más coherente, a entender que “la estética sin ética no funciona”, y a descubrir que “uno no es el centro del mundo” por mucho que sus pensamientos así lo crean. En cuanto a la felicidad o al arte de vivir -como Andreu prefiere llamarle- muy a nuestro pesar, no cree que exista una definición concreta. Sería demasiado cómodo, argumenta. De todas formas, la receta seguramente pase por adoptar una actitud filosófica que te lleve a valorar tanto el momento presente como todo lo que tienes.
Me gusta mucho leer y cuando eres joven e inquieto los libros que tienes más al alcance suelen ser del género de la autoayuda. He leído muchos. Al principio me cautivaban e ilusionaban pero luego pasaron a generarme rabia e indignación.
¿Y eso?
Me he dado cuenta de que responden a una lógica de mercado, es decir, son más un producto para vender que no algo con un valor intrínseco en sí. Esas frases tan bonitas que leemos están vacías de contenido.
¿Por ejemplo?
“Lo más importante en la vida es ser tu mismo” o “persigue tus sueños”. ¿Exactamente a qué se refieren? Si las analizas te das cuenta de que son pura estética; generan un efecto placebo pero a largo plazo no te solucionan nada.
Eso te llevó a escribir El aprendiz de la felicidad.
Podría haber respetado lo que dicen esos libros y dejarlo a un lado pero seguía con las mismas inquietudes. Me decidí a hablar con gente que no es que tuviera grandes discursos pero sí que, por el tipo de vida que tienen, pudieran darme una opinión con garantías de lo que entienden por felicidad.
Y decidiste empezar tu particular investigación por la India.
Conocía a Jaume Sanllorente –fundador de Sonrisas de Bombay- de uno de los primeros viajes que hice a la India para desarrollar el proyecto Stick for India. Sabía que él, que está intentando ayudar a las familias que viven en los slums, podría explicarme hasta qué punto esas personas son ya felices o qué tienen que hacer para empezar a construir su felicidad.
¿Qué te contó?
Lo que más me sorprendió fue su visión sobre la dignidad. Entiende que la felicidad pasa por tener una vida digna y eso sucede cuando uno tiene la libertad para poder cambiar su futuro.
¿Quién ha sido el personaje que más te ha impactado?
De todos ellos he aprendido mucho y de todos ellos me quedo con algo…
Después de todo, ¿qué es la felicidad?
No hay respuesta, no la sé.
Algo habrás “aprendido” escribiendo el libro…
Es lo más sensato que puedo decirte. No me atrevo a darte una definición porque si lo hiciese te estaría excluyendo otras muchas posibilidades. ¿Por qué mi respuesta ha de ser la correcta?
Comprendo…
Todo el mundo tiene una definición de la felicidad. La cuestión es en base a qué has construido esa definición. No es lo mismo basarse en experiencias propias que hacerlo en una frase que hayas leído, por mucho que el libro sea de Paulo Coelho.
Cada uno debería tener su propia definición.
Todos somos distintos. Por eso no puedo responderte qué es la felicidad. En vez de buscar respuestas, hazte preguntas más inteligentes.
¿Qué es para mí la felicidad?
Mejor. A través de una actitud filosófica y espíritu crítico debes analizarte y encontrar tus propias verdades. La felicidad es lo que le funciona a uno en su vida.
Sin embargo, ¿todo vale?
Cuidado. Uno puede caer en el relativismo. No vale todo. En el momento en que formas parte de una comunidad hay que cumplir unas reglas de juego. La moral es la que delimita la definición de felicidad que puedas tener.
¿Diferenciar entre lo que es bueno para uno mismo y lo que es bueno para todos?
Eso es. Si fundamentamos la ética en ser felices encontraremos opiniones muy diversas mientras que si lo hacemos, por ejemplo, en no causar sufrimiento a los demás aquí todos estaremos de acuerdo, ¿verdad?
¡Verdad!
Una acción no es buena o mala en función de lo que consigues o te conviene sino que es buena o mala de por sí. Ese es el deber moral que tenemos todos, el imperativo categórico de Kant.
Léase que no hagamos a los demás lo que no nos gusta que nos hagan.
Por eso, para actuar en el mundo correctamente y estar a gusto en él hay que actuar de forma inteligente. Utiliza la razón, discierne entre si lo que haces es bueno o malo.
¿Y lo que no depende de ti?
Fíjate que vuelves a pedirme una respuesta… Si anhelas respuestas tienes el riesgo de encontrarlas fuera de ti. Busca la comprensión. Y para comprender primero hay que interiorizar. Con esa actitud todo dependerá de ti, de tu mente.
¿Y si dudamos?
Cuando dudas has de ser lo suficientemente inteligente para saber qué tienes que hacer para dejar de dudar. No pasa nada que no sepas algo, es muy sensato, uno no puede pretender saberlo todo. La diferencia está en que pasas de no saber a saber que no sabes.
Ya veo que todo consiste en pensar mejor para vivir mejor.
Justamente muchos de nuestros supuestos problemas nos surgen por lo contrario, por esta sobrereflexión compulsiva que tenemos. Le damos tantas vueltas a las cosas que acabamos convirtiendo nuestras construcciones mentales en un problema real.
¡Fluyamos!
No hace falta preguntarse constantemente si uno es feliz, si estás bien con tu pareja o podrías estar mejor, si ves futuro en lo que haces… La felicidad es ser en el momento presente. Que cuando actúes, independientemente de lo que hagas, estés en la acción.
P.D: Si quieres tener un recuerdo de esta entrevista en forma de camiseta con la frase “Be water my friend”, click aquí.
este blog engancha!!
Entrevista contundente pero llena de sentido. Muy buena Dou!!!