Victor Bergnes. Ha dado la vuelta al mundo.
24 años. De Barcelona. Licenciado en arquitectura superior por la ESARQ. Soltero. Le encanta el deporte; sobre todo el esquí y la bici de montaña. Apasionado de la fotografía; podéis ver algunas de sus instantáneas en su blog del viaje: Through my way. Frase: “Just do it” Nike.
¿Dónde te llevará la vida?
Para muchos hablar de viajes es como soñar. Ciertamente, descubrir mundo y conocer a sus gentes es una experiencia extraordinaria. No obstante, pasar de la imaginación a la acción no resulta tan fácil. Siempre tenemos “razones de peso” para seguir viéndolo como un sueño. Los estudios, el trabajo, la familia, la pareja, los ahorros… y todo sigue igual. Víctor quiso soñar despierto y el octubre pasado, después de haber estado encerrado todo el curso anterior haciendo el trabajo final de carrera, emprendió el viaje de su vida. Con una mochila a cuestas, a lo largo de nueve meses y medio, ha viajado por: Estados Unidos, Cuba, Méjico, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Indonesia, Vietnam, Camboya, Tailandia y la India. A su regreso sigue siendo el mismo, tampoco se trata de transformarse. Sin embargo, el haberse enfrentado cara a cara consigo mismo le ha convertido en un joven curtido y culto en el arte del vivir. Como decía un anuncio de maletas, “un viaje no sólo te muestra el mundo, sino como formas parte de él. Un viaje es la vida misma”.
¿Dar la vuelta al mundo es más caro o más barato que hacer un máster?
Dar la vuelta al mundo es un máster de la vida. El billete ‘Around The World’ –permite dieciséis vuelos transoceánicos- cuesta 4.700 euros. Aparte del transporte, he gastado unos diez mil euros más, unos mil por mes.
Ha sabido gestionar su presupuesto.
El primer día te toman el pelo y allí empiezas a viajar. Luego ya no permites, como dicen los cubanos, “que te coman los bobos”. Te conviertes en un viajero duro.
Ya veo que no ha estado de vacaciones…
En ningún momento he tenido la sensación de estar de vacaciones ni de hacer turismo. Para mí ha sido un proyecto en el que me he dedicado a explorar y conocer los países que he visitado. Ya sólo el hecho de tener un presupuesto reducido y tener que luchar por las cosas hace que te lo tomes más como un trabajo que como un viaje. Sigue leyendo