Paz Vallés, haciendo honor a su nombre en los Tribunales de Justicia.
33 años. De Barcelona. Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona. Abogada penalista, ejerce en la firma Molins Defensa Penal desde hace 7 años y está adscrita al Turno de Oficio como abogada pública. Ya sea como acusación o defensa, su obsesión es combatir cualquier injusticia para ayudar a las personas que le rodean. Así es como su despacho también le permite llevar de forma pro bono (altruista) aquellos casos que, a pesar de carecer de recursos de económicos, considera que merecen su defensa. Su gran hobby es escribir y tiene un blog relacionado con su profesión: www.paxandlaw.com. Instagram: @pax_and_law Twitter: @PazVll . Frase célebre: “El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces” – Steve Jobs.

PAZ
Me cuenta Paz que desde muy jovencita sabe que lo que le hace feliz es ayudar a los demás. Y eso le ha llevado a involucrarse en múltiples voluntariados hasta que se enamoró del Derecho. Al principio de la carrera le horrorizaba tener que estudiar esos Códigos interminables pero cuando descubrió, tras asistir como oyente a su primer juicio, que podía servir de gran ayuda a través de su profesión, se ha desvivido por una misma causa: ser la mejor abogada posible para el mundo. La abogacía es una labor encomiable cuando se ejerce desde el compromiso, integridad, honradez, empatía y coraje. Ella reúne todos estos valores pero lo que realmente la convierte en una abogada extraordinaria es su humanidad. Os invito a que sigáis su blog y redes para impregnaros de su especial sensibilidad por el prójimo. ¡En un mundo lleno de conflictos ella es Paz!
La abogacía es una de las funciones más importantes que un profesional puede aportar a la sociedad.
Aunque no siempre se os vea como los buenos de la película…
Nuestra profesión tiene parte de estigma, a los abogados nos ven caros, inaccesibles e interesados. Yo intento ser cercana y tratar de servir a la necesidad que tiene la persona en ese determinado momento…
Básicamente un problema legal.
Va mucho más allá… Cuando me presentan a una persona envuelta en un procedimiento penal, primero intento conocerla porque así seguramente luego podré defenderla mucho mejor.
Hay que tener buena mano tanto para interpretar las leyes como para tratar a las personas.
Muchos clientes acuden a ti y te cuentan unas historias que no te las crees… entonces no te queda otra que empatizar con esa persona y detectar sus puntos flacos para saber qué tipo de ayuda necesita, más allá de la legal.
Saber qué le ha llevado hasta ahí…
¡Exacto! La historia que hay detrás de cada delito te puede ayudar a construir una buena defensa para el cliente, pero, sobre todo, te permite tratar de recuperar y auxiliar a la persona, principal objetivo de mi trabajo.
¿¡Y tener éxito en la causa…!?
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